¿Qué es una carta de aceptación?

¿Cuál es la diferencia entre las cartas de aceptación condicionales y las no-condicionales?

 

Ya tomaste una decisión: investigaste sobre el destino, viste las distintas universidades, escogiste entre un centenar de programas y finalmente, con la asesoría de una agencia de estudios internacional aplicaste a un programa educativo en el extranjero. Este es uno de los pasos más importantes de todo el proceso, declarar “sí, quiero cumplir mis metas” ¡y lo hiciste!

 

Tras ello, miras a lado y lado; sientes la emoción a flor de piel; ya te visualizas en tu país elegido, iniciando un nuevo capítulo de tu vida.

 

“¿Qué sigue ahora?” será, muy probablemente, tu primera pregunta.

 

La respuesta corta: esperar.

 

La respuesta un poco menos corta: sigue informándote, para que conozcas más sobre las cartas de aceptación.

 

Una carta de aceptación es imprescindible para seguir con tus planes de educación internacional, comprueba que una institución en el país de destino ya ha valorado y aceptado tu perfil para ingresar al programa educativo elegido. Es un documento necesario para poder solicitar tu visa de estudiante.

 

¿Qué puede pasar mientras llega una carta de aceptación?

 

Una cantidad indeterminada de tiempo. Sí, la espera por una carta de aceptación puede poner a prueba tus nervios y esto es normal. Las universidades tienen distintas maneras de manejar las solicitudes que llegan, ya sea aguardando a que pase la fecha límite para empezar a tramitarlas o examinándolas apenas llegan. Esto depende de muchos factores, tales como el volumen de aplicaciones o los distintos intakes de las universidades o, incluso directrices institucionales. 

 

 

Algunas universidades australianas, por ejemplo, toman apenas una semana para darte respuesta, pero las universidades norteamericanas pueden tomarse hasta dos meses llegando a una decisión. Afortunadamente, las universidades tienen departamentos dedicados exclusivamente a gestionar aplicaciones de estudiantes internacionales, entonces puedes tener seguro que la tuya se manejará con relativa celeridad.

 

Es posible que la universidad te contacte después de la aplicación para solicitar material adicional. Por ejemplo, para programas en diseño o artes, un portafolio de tu trabajo. Por eso debes estar atento a estas comunicaciones o tu aplicación se puede perder… ¡mantente alerta! No dejes abandonado tu correo ni olvides quitar el modo “No Molestar” de tu celular. Recuerda también que tu agencia educativa es responsable de informarte sobre cualquier novedad.

 

¡Ya llegó mi carta de aceptación! ¿cómo funciona?

 

Una carta de aceptación es, como su nombre lo indica, la confirmación de que tu institución educativa elegida tiene un puesto para ti en el programa que te interesa. Es decir, que cumples con el perfil, los requisitos y el potencial para mejorar tu trayectoria profesional. Ahora bien, no todas las cartas de aceptación son iguales: cada institución tiene su propio formato y requisitos que se toman en cuenta en una aplicación. Pero, en general, hay dos grandes distinciones que debes tomar muy en cuenta – las cartas de oferta incondicionales y las cartas de oferta condicionales.

 

¿Qué es una carta de aceptación incondicional?

 

El mejor resultado y, de hecho, ¡el más probable! Este tipo de cartas son como un sueño hecho realidad: la universidad, después de una investigación exhaustiva, ha decidido que no tienes que probar más ni hacer más esfuerzo. ¡Te reciben con los brazos abiertos! Solo tienes que seguir con las especificidades del pago y, en poco tiempo, estarás haciendo trámites de visa para cumplir tus metas de estudiar en el extranjero. ¡Felicidades! Vas por muy buen camino.

 

¿Y las cartas de aceptación condicionales?

 

¡No desesperes! Una carta de aceptación condicional NO es, bajo ninguna circunstancia, un indicio de rechazo. De hecho, si lo piensas, es una señal de mayor interés por parte de las universidades. Después de una revisión exhaustiva de tu perfil, se decidió que cumples todos los requisitos… pero, también necesitan saber más de ti. Las universidades pueden pedirte información adicional de muchas maneras, entre las que figuran:

 

- Entrevistas, para conocerte de manera personal.

Pruebas de idioma, para certificar tu fluidez y asegurar que puedas entender las clases y producir la información necesaria sin ningún problema (ensayos, exámenes, tesis, etc.).

Exámenes académicos adicionales, para verificar tus conocimientos técnicos y confirmar que estás al nivel de las clases ofrecidas por el programa.

 

Otro tipo de condiciones que pueden poner las universidades son cursos adicionales, como clases de tipo fundacional o adicionales a las del pénsum usual, esto es para que desarrolles un enfoque que, probablemente, no hizo parte de tus estudios anteriores y es considerado un “pilar” del programa elegido.

 

Toma muy en cuenta que, aún con condiciones, esta sigue siendo una carta de aceptación: la universidad te recibe y solo te queda seguir con el resto del proceso.

 

¿Y qué pasa si no recibo ninguna de estas cartas de aceptación?

 

Es un final desafortunado, pero igualmente posible: existen las cartas de rechazo, en las que una universidad deja claro que no puede admitirte en el programa. Esto puede ser por muchas razones. Por ejemplo, las maestrías tienen un número máximo de estudiantes y este ya se cumplió; o el programa que elegiste no va con el enfoque de tus estudios previos, entre muchas otras. Lo importante aquí es no sentirte derrotado: reconsidera tus opciones y aplica a otro programa. Hay muchos programas, muchas universidades y muchos destinos.

 

¡En LAE estamos para ayudarte a cumplir tus metas, sea donde sea!

 

 

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